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Honorarios por Patente: Cuando la Ingeniosidad del Empleado Vale Oro

Leticia Caminero Season 5 Episode 12

La genialidad no siempre recibe el reconocimiento que merece, especialmente cuando surge dentro del entorno laboral. Este fascinante recorrido por el lado legal de la innovación revela las batallas que los inventores libran para proteger sus creaciones y recibir compensación justa.

Conoce a John Pedersen, un ingeniero que demandó a una famosa cadena de gasolineras por 20 millones de dólares cuando intentaron adueñarse de sus invenciones personales creadas fuera del horario laboral. Su historia plantea una pregunta fundamental: ¿puede un contrato laboral reclamar propiedad sobre lo que creas en tu propio tiempo? La respuesta legal podría sorprenderte.

Sumérgete en el caso de Ian Shanks, quien luchó durante casi dos décadas contra el gigante Unilever por reconocimiento económico tras desarrollar un revolucionario sensor de glucosa. El Tribunal Supremo británico finalmente dictaminó que cuando una invención genera "beneficios excepcionales", el inventor merece su parte, estableciendo un precedente crucial para creativos en todo el mundo.

Descubrirás cómo un simple tiempo verbal en un contrato puede determinar la propiedad de una patente millonaria, por qué las cláusulas post-empleo están siendo cuestionadas en tribunales internacionales, y cómo diferentes países compensan a sus inventores. Desde Alemania con su fórmula estructurada hasta el enfoque progresista de Polonia, cada sistema refleja valores culturales distintos sobre la propiedad del conocimiento.

Si alguna vez has garabateado ideas en servilletas, construido prototipos en tu garaje o contemplado una mejora innovadora en tu lugar de trabajo, este episodio no solo te fascinará—podría salvarte millones en derechos de propiedad intelectual. Porque cuando se trata de invenciones en el trabajo, los detalles legales no son simple papeleo: son el mapa de tu futuro.

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Speaker 1:

Algunas invenciones nacen tomando un cafecito, otras en una oficina con aire a medias, pero cuando terminan valiendo millones, alguien va a querer más que un simple gracias. Hoy celebramos a las mentes detrás de la magia, desde ingenieros con proyectos secretos hasta profesores que cobraron lo suyo años después. Este episodio viene cargado de historias legales con chispa y justicia. Pues, este episodio viene cargado de historias legales con chispa y justicia, porque si tú inventaste algo brillante, mereces más que tu nombre en el expediente. Mereces tu pedazo del bizcocho.

Speaker 2:

Estás escuchando a Intangiblia el podcast de Intangible Law, hablando claro sobre propiedad intelectual. Démosle la bienvenida a su host, Leticia Caminero.

Speaker 3:

Bienvenidos a Intangiblia, el podcast donde las ideas se cruzan con los contratos y donde nos hacemos las preguntas que de verdad importan, como esta si inventaste la rueda mientras trabajabas, ¿puedes por lo menos quedarte con la patente del eje? Hoy nos metemos en historias reales de inventores en apuros una cadena de estaciones de gasolina tratando de adueñarse de inventos hechos fuera del horario laboral, un sensor de glucosa que tardó 20 años en pagarse y un caso donde un solo verbo cambió de manos los derechos de patente. Conoceremos a un profesor que luchó por el crédito, un técnico cuya idea paralela se volvió oro corporativo y un ingeniero que se enfrentó a Samsung y ganó, porque cuando se trata de innovación en el trabajo, conocer la ley puede ser la invención más valiosa de todas.

Speaker 1:

Artemisa codificada lista y jamás firmando mis derechos de PI sin pensarlo dos veces. Nota este episodio fue creado con herramientas de inteligencia artificial, incluyendo a Artemisa, siempre activa, entusiasta y recibiendo el crédito que toda asistente brillante merece y recibiendo el crédito que toda asistente brillante merece.

Speaker 3:

Vamos a arrancar con una picante. John Pedersen, un ingeniero y exempleado de BookEase, está demandando a esta famosísima cadena tejana de estaciones de gasolina por nada más y nada menos que 20 millones de dólares. Y no, no se trata de snacks robados, es sobre ideas robadas. Según Pedersen, lo obligaron a firmar un contrato de cesión de propiedad intelectual que básicamente le daba a Bookies los derechos sobre todas sus invenciones, incluyendo las que él mismo creó en su tiempo libre, en su casa, con sus propios recursos libre en su casa con sus propios recursos.

Speaker 1:

Y una de esas invenciones, Unas herramientas para automatizar procesos de recursos humanos y equipos para producción de alimentos. Nada que ver con vender brisket ni sodas tamaño cubeta. Cuando Buc-ee's se enteró de sus proyectos paralelos, supuestamente le exigieron que lo destruyera todo. Él dijo que no, Lo despidieron Y ahora está contraatacando.

Speaker 3:

El meollo legal aquí es si un empleador puede adueñarse de invenciones hechas fuera del trabajo que no tienen nada que ver con tu descripción de puesto, ni usaron recursos de la empresa. En muchos países la respuesta es no, pero todo depende de cómo esté redactado tu contrato laboral, y ahí es donde la cosa se pone resbalosa.

Speaker 1:

Este caso también deja claro lo peligroso que son esas cláusulas amplias y poco claras sobre propiedad intelectual. Muchos contratos dicen algo como usted no cede cualquier invención que cree mientras esté empleado. Pero ¿qué pasa cuando eso incluye tu proyecto del fin de semana?

Speaker 3:

Este caso se cuenta solo Un inventor astuto tratando de proteger lo suyo de un gigante corporativo con abogados afilados y bolsillos profundos. Sea cual sea el veredicto, este caso podría marcar un nuevo límite sobre hasta dónde pueden llegar los contratos laborales cuando hablamos de propiedad de invenciones. Ian Shanks no estaba jugando con ciencia. Estaba construyendo algo revolucionario. En los años 80, mientras trabajaba para una subsidiaria de Unilever, desarrolló una tecnología de biosensores para medir glucosa. Resultó ser una pieza clave en las pruebas para personas diabéticas. La empresa la licenció y se metió más de 24 millones de libras ¿Y Shanks Solo recibió unas palmaditas y una batalla legal que le tomó casi 20 años.

Speaker 1:

Vamos a ponerlo en contexto. Shanks firmó un contrato laboral estándar, o sea la empresa era dueña de la invención, lo cual no es raro. Pero la ley de patentes del Reino Unido dice que si una invención le genera un beneficio excepcional al empleador, el inventor tiene derecho a una parte justa, así que Shanks llevó el caso a los tribunales y lo siguió subiendo hasta llegar al Tribunal Supremo.

Speaker 3:

Unilever argumentó que 24 millones era cambio suelto para una empresa de su tamaño. El tribunal no se lo compró. En 2019, la Corte Suprema dijo no se trata del tamaño de la empresa, sino del valor real de la invención. en su contexto, le otorgaron a Shanks dos millones de libras, un fallo raro pero importante para quienes inventan dentro de su trabajo.

Speaker 1:

Esta decisión no solo cerró un capítulo, abrió una puerta. Ahora los inventores en el Reino Unido tienen una base legal más sólida para exigir una compensación cuando sus creaciones generan verdadero dinero, aunque sean solo una pieza brillante en la maquinaria corporativa dinero, aunque sean solo una pieza brillante en la maquinaria corporativa.

Speaker 3:

Una historia clásica de desventaja Un inventor solito enfrentando a un gigante global y demostrando que la equidad también se mide en porcentajes y en perseverancia. Vamos a hablar de lo que pasa cuando una invención nace antes de tu trabajo, pero termina impulsando el éxito de tu empleador. En el caso, Aprio Incubé Sakari, la cosa se complica. Sakari había creado una herramienta de software antes de ser contratado por Aprio, pero una vez dentro la usó como parte de un proyecto más grande de la empresa.

Speaker 1:

Entonces Aprio fue y registró los derechos de autor, poniéndose a sí misma como única autora. Zachary objetó, diciendo que el núcleo del sistema era suyo, Nunca lo había cedido, pero la empresa dijo que formaba parte de su trabajo.

Speaker 3:

Este caso empuja los límites de la propiedad intelectual cuando invenciones anteriores se mezclan con nuevos empleos. ¿Perdió él sus derechos por usar su software en un proyecto del trabajo, ¿O el hecho de haberlo creado antes sigue pesando? El tribunal fue claro Zakari era el dueño legítimo.

Speaker 1:

Legalmente. Esto nos recuerda que usar tus propias herramientas en el trabajo no significa que automáticamente las estás regalando. Cada vez más los tribunales miran la intención, el momento y si hubo sesión explícita.

Speaker 3:

Moraleja para quienes inventan Si llevas tu propiedad intelectual a un empleo, define bien los límites desde el día uno. Y para los empleadores no asuman que todo lo que toca a un empleado les pertenece. Los jurados en Texas no se andan con cuentos. En uno de los veredictos tecnológicos más comentados de 2025, headwater Research, fundada por el mismísimo John Pedersen, ganó la friolera de 278.8 millones de dólares en daños contra Samsung. La acusación Que Samsung incorporó tecnología patentada de pantallas táctiles y retroalimentación háptica en sus celulares y tabletas. ¿y lo más fuerte? Pedersen concibió esas invenciones después de dejar su empleo.

Speaker 1:

Pero Samsung señaló una cláusula de cesión post-empleo que Pedersen había firmado en su trabajo anterior. Decían que cualquier cosa que él inventara dentro de cierto tiempo después de salir aún les pertenecía. ¿Un cordón legal invisible? Pedersen demostró que las invenciones fueron creadas de forma independiente y, lo más importante, después de haber salido formalmente de la empresa.

Speaker 3:

Este caso pone el foco sobre una de las cláusulas más polémicas en propiedad intelectual laboral, las famosas catch-alls o cláusulas de cesión, que intentan atrapar hasta las ideas que todavía no han nacido. El jurado no se tragó eso. Fallaron a favor de Pedersen y mandaron un mensaje claro Tu cerebro no le pertenece a tu ex jefe, cuando ya entregaste la tarjeta de acceso.

Speaker 1:

Es un caso emblemático, no solo por la cantidad de dinero, sino por el principio Las cláusulas post-empleo tienen límites. No se puede reclamar una invención futura como si fuera una grapadora olvidada en el escritorio.

Speaker 3:

Y seamos realistas, también es una historia buenísima. El mismo inventor que enfrentó a Book Ease ahora se le mide a Samsung, De brisket a dispositivos millonarios. Pedersen está escribiendo su propia saga legal en propiedad intelectual. Vamos a entrar al emocionante mundo de la gramática? Sí, porque hasta una frase mal puesta puede costarte millones, En este caso. Un profesor de la Universidad de Michigan inventó una tecnología para monitorear salud mientras estaba empleado allí. Apple luego licenció esa tecnología del lugar equivocado ¿El problema?

Speaker 1:

Que la política de propiedad intelectual de la universidad decía que los investigadores acuerdan ceder sus invenciones a la institución. Ese lenguaje en futuro no transfiere automáticamente nada. El tribunal dijo que eso no era una sesión efectiva. El inventor, no, la universidad seguía siendo el dueño Y Apple había licenciado mal.

Speaker 3:

Así que el inventor demandó, reclamando la titularidad, y el tribunal le dio la razón. Lo que parecía una línea aburrida en una política interna terminó siendo el detalle que decidió todo un pleito millonario.

Speaker 1:

Este es uno de varios casos que dejan claro lo importante que es redactar bien los contratos. Cedo por la presente es una cosa, cederé es otra muy distinta. Esa diferencia puede cambiar quién aparece como titular en la patente y quién cobra.

Speaker 3:

La lección legal universidades y empresas deben dejar de copiar y pegar cláusulas sin pensar. Y para los inventores si tu contrato no es específico, tú podrías tener la última palabra. Vamos a rebobinar hasta un caso clave que se volvió una clase de gramática obligatoria para cualquier abogado de propiedad intelectual. En Stanford v Roche, el centro de la disputa era quién tenía los derechos sobre una prueba innovadora para diagnosticar VIH. Un investigador de Stanford, mark Holodny, había firmado acuerdos tanto con la universidad como con una empresa privada llamada Cetus, que luego fue adquirida por Roche.

Speaker 1:

Aquí está el detalle El acuerdo con Stanford decía que Holtney asignará sus futuras invenciones, pero el acuerdo con Cetus usaba el presente por la presente asigno. ¿y qué dijo el tribunal? Que el acuerdo con lenguaje en presente tenía prioridad. Ese simple verbo le entregó la titularidad de una patente millonaria a Roche y dejó a Stanford con las manos vacías.

Speaker 3:

Esto no fue solo un descuido administrativo. Fue un caso emblemático ante la Corte Suprema de Estados Unidos en 2011 y todavía se cita en disputas sobre propiedad intelectual laboral, especialmente en biotecnología, la lección, universidades, startups, cualquier entidad que contrate a personas para inventar, no se relajen con el lenguaje legal.

Speaker 1:

Y para los inventores hay que saber qué se firma y cuándo. Si tienes múltiples contratos y hay conflicto entre ellos, el que esté mejor redactado y en tiempo presente puede quedarse con todo.

Speaker 3:

Stanford-Berge-Roche. no se trata solo de una prueba médica. Se trata de claridad, de tiempo verbal y de cómo una palabra puede decidir quién cobra por una gran idea. Vamos con uno de los giros más audaces en la ley de patentes de los últimos años. Tradicionalmente, si un inventor cede una patente a su empleador, ya está, no hay vuelta atrás. Pero la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos en 2021, en el caso Minerva Surgical Visejologic, cambió las reglas. El tema en discusión, una doctrina legal conocida como Asignore Stoppel.

Speaker 1:

Asignore Stoppel. Básicamente dice que si vendes o cedes tu patente, después no puedes decir que esa patente no sirve. Es como vender un carro y luego decirle a la dirección de tránsito que nunca funcionó. Pero aquí viene el giro. La corte dijo que si lo que estás impugnando es algo que se agregó después de lo que tú cediste como nuevas reclamaciones, entonces sí puedes cuestionarlo.

Speaker 3:

Y en este caso eso fue clave. El inventor dijo que la empresa había ampliado el alcance de la patente para cubrir cosas que él nunca inventó. La corte estuvo de acuerdo. No puedes impedir que alguien impugne algo que nunca fue suyo.

Speaker 1:

para empezar, Esta decisión fue un respiro para muchos inventores que habían cedido sus derechos. Ahora tienen una vía legal para defenderse si lo que se registró después no corresponde con lo que ellos realmente crearon.

Speaker 3:

O como quien dice tu yo del pasado no puede amarrar a tu yo del futuro, Y en el mundo de las patentes eso puede marcar toda la diferencia. A veces no se necesita una victoria completa, solo un buen comienzo. Ese fue el mensaje que dio la Corte Suprema de Polonia en un caso de 2020 que llamó la atención en toda Europa. El tribunal dictaminó que cuando se trata de invenciones, hechas por empleados.

Speaker 2:

la remuneración no depende de si la patente fue concedida Se trata del esfuerzo y de la intención.

Speaker 1:

En este caso, un inventor desarrolló y divulgó una invención patentable mientras trabajaba, El empleador presentó la solicitud de patente, pero ésta aún no había sido concedida. cuando el inventor pidió compensación, la respuesta de la empresa. hay que esperar La respuesta del tribunal. number con presentar basta.

Speaker 3:

Esto es relevante porque en muchos países solo se paga si la patente es concedida y genera ingresos. Pero Polonia dijo si la empresa presenta la solicitud es porque la invención tiene valor Y eso ya merece reconocimiento Y pago desde ese momento.

Speaker 1:

Es un enfoque progresista que pone el foco donde debe estar En la contribución del inventor, no solo en los beneficios que genere a futuro. Para los que trabajan en instituciones grandes, donde muchas patentes nunca se comercializan, esta decisión es un gran alivio.

Speaker 3:

En la narrativa de justicia para inventores, este es uno de esos momentos que se sienten bien, Un sistema que te dice gracias por tu ingenio, lo reconocemos. Este caso ocurrió en China, pero podría pasar en cualquier parte. Ocurrió en China, pero podría pasar en cualquier parte. Zhang, un ingeniero dedicado en 3M China, desarrolló un producto exitoso que generó ingresos importantes para la empresa. Esperaba una recompensa, una bonificación basada en la política interna de incentivos, Pero cuando fue a reclamarla, 3M le dijo lo sentimos, nuestra política no obliga a pagarte nada.

Speaker 1:

Zhang no se quedó quieto. Demandó a la empresa y el Tribunal Superior de Shanghái no solo le dio la razón, sino que envió un mensaje claro. Dictó que los derechos legales de los inventores, según la Ley de Patentes de China, están por encima de cualquier política interna. No importaba que el reglamento de relaciones laborales dijera otra cosa. La ley exigía remuneración.

Speaker 3:

Este caso demuestra cómo el sistema legal chino está comprometido con proteger a los inventores empleados. El tribunal confirmó que las leyes nacionales garantizan una compensación justa, reforzando la confianza en un sistema que valora la creatividad dentro del entorno laboral.

Speaker 1:

Y, más allá de eso, refleja un principio que resuena a nivel global Si la ley te reconoce un derecho, tu empleador no puede quitártelo con una circular interna.

Speaker 3:

Es el clásico caso de un empleado enfrentando a un gigante con más papeles que razones y logrando que se respete su aporte. En Corea del Sur, no toda invención hecha dentro del trabajo garantiza un pago. Este caso involucró a un ingeniero médico que desarrolló una innovación mientras trabajaba para una empresa de tecnología en salud. Solicitó una compensación bajo la Ley de Promoción de Invenciones del país, convencido de que su contribución lo merecía, pero el tribunal no estuvo de acuerdo.

Speaker 1:

El juez determinó que, como la invención no generó un beneficio comercial exclusivo para la empresa, es decir no fue un factor determinante en los ingresos, el ingeniero no tenía derecho a recibir una remuneración adicional. Aunque la invención tenía valor técnico, no cumplía con el umbral económico requerido.

Speaker 3:

Es un estándar bastante exigente. En industrias colaborativas como la de dispositivos médicos, es raro que una sola innovación lleve toda la carga del éxito. Este enfoque pone a los inventores en aprietos Si su aporte queda diluido entre muchos. ¿cómo demuestran su valor?

Speaker 1:

Es el lado menos amable del reconocimiento por valor generado. A las empresas les encanta ese concepto, hasta que toca calcular cuánto vale de verdad tu creatividad.

Speaker 3:

Este caso deja claro que el reconocimiento legal a los inventores aún varía muchísimo según el país y que incluso una idea brillante puede perderse en la maraña de la integración tecnológica y las métricas de rentabilidad. Ahora vamos a mirar de cerca esa parte que casi siempre viene con letras chiquitas y calculadoras en mano Las fórmulas de remuneración. En el mundo, diferentes países tienen distintos enfoques para compensar a los inventores empleados y, aunque no todos usan la misma matemática, casi todos coinciden en algo Si tu idea genera valor, tú mereces una parte.

Speaker 1:

Empezamos con Alemania. Su ley de invenciones de empleados es casi como una calculadora legal. Usa una fórmula de tres partes Multiplicas el valor de explotación por el porcentaje que le corresponde al inventor y por la participación personal. ¿el resultado Un pago estructurado que considera la ganancia, el tamaño del equipo y el nivel de iniciativa individual.

Speaker 3:

En China la cosa es más directa. La ley exige que los inventores reciban como mínimo el 2% de las ganancias o el 0,2% de los ingresos operativos generados por la invención patentada. Es matemática sencilla, pero en sectores de alto volumen eso suma muchísimo.

Speaker 1:

Japón es más flexible. La ley exige una remuneración razonable, que muchas veces se negocia caso por caso o según políticas internas. Le da espacio a las empresas, pero también impone un estándar de equidad. Y sí, los tribunales japoneses han intervenido cuando las empresas se pasan de tacañas.

Speaker 3:

En el Reino Unido el enfoque es macro. Solo se paga compensación si la invención genera un beneficio excepcional para el empleador, como lo demostró Shanks contra Unilever. Es un estándar alto, pero si lo alcanzas, el pago puede ser significativo.

Speaker 1:

Y luego está Polonia que da un paso distinto. Basta con que la empresa presente la solicitud de patente. No hace falta esperar a que la patente sea concedida, ni a que se genere ganancia comercial. Solo con reconocer el esfuerzo y el potencial ya nace el derecho al pago. Un aire fresco especialmente para quienes inventan dentro del sector público o académico.

Speaker 3:

Diferentes fórmulas, pero un mismo objetivo Asegurar que las mentes que crean no se queden con las manos vacías. Ya sea por porcentajes fijos o decisiones judiciales, el mundo está reconociendo que premiar la innovación no es un favor, es una inversión justa.

Speaker 1:

Así que este va para todos los inventores que están rayando ideas en servilletas o armando prototipos en un rincón de la oficina, Donde sea que estés hay una fórmula y una lucha para que tu genialidad valga.

Speaker 3:

Desde demandas con castores hasta errores de gramática que cambiaron la titularidad de una patente. con castores hasta errores de gramática que cambiaron la titularidad de una patente, este episodio nos dejó claro algo Cuando se trata de invenciones en el trabajo los detalles legales no son adorno, son tu futuro.

Speaker 1:

Primero, el momento de la invención importa, ya sea que la idea nació antes, durante o después de tu empleo, lo que firmes y cuándo puede definir tus derechos. Protege lo que hiciste antes. Aclara lo que haces ahora y no regales tan fácil lo que podrías crear mañana.

Speaker 3:

Segundo, los contratos deben ser claros. Un solo verbo puede cambiar todo. Los acuerdos laborales no son solo papeleo, son el mapa de tus derechos.

Speaker 1:

Tercero, las fórmulas para pagar a los inventores varían en todo el mundo, pero el mensaje es el mismo Si tu trabajo genera valor, tú mereces parte de ese valor. Ya sea por ley política interna o decisión judicial, el reconocimiento está creciendo.

Speaker 3:

Y, por último, la ley muchas veces te protege, incluso cuando la empresa no lo hace. Los marcos legales están evolucionando para honrar la creatividad y el aporte, aunque el reglamento de la oficina diga otra cosa.

Speaker 1:

Así que, si estás inventando algo brillante en un laboratorio, en una oficina o en tu cocina, conoce tus derechos, lee la letra pequeña y celebra tu creatividad.

Speaker 3:

Gracias por acompañarnos en Intangiblia. Nuevos episodios cada martes en inglés y en español. Visítanos en intangibliacomy. no te olvides de patentar tu genialidad.

Speaker 1:

Antes de que otro lo haga.

Speaker 2:

Gracias por escuchar a Intangiblia el podcast de Intangible Law hablando claro sobre propiedad intelectual. Te gustó lo que hablamos hoy? Por favor, compártelo con tu red¿. Quieres aprender más sobre la propiedad intelectual? Suscríbete ahora en tu reproductor de podcast favorito. En Instagram, facebook, linkedin y Twitter. Visita nuestro sitio web wwwintangibliacom. Derecho de Autor Leticia Caminero 2020. Todos los derechos reservados. Este podcast se proporciona solo con fines informativos y no debe considerarse como un consejo u opinión legal.